Extraordinario control de las algas, realizado por bacterias.

Las bacterias en forma resistente, que absorben nutrientes, al entrar en contacto con el agua inician su actividad y crecimiento en poco tiempo. Eliminan los nutrientes de las algas – especialmente el fosfato – del agua y, de esta manera, actúan contra las algas no deseadas en el acuario, mediante el principio de la competencia por los nutrientes.

Evitan el crecimiento de las algas y reducen la población de algas, de forma duradera. Si se usan como medida preventiva, se evita una proliferación de algas.